La mezcla de audio es una de las fases más importantes de la producción musical.
Es el proceso de combinar los diferentes elementos de una canción (instrumentos, voces, etc.) para que suenen de forma armoniosa y equilibrada.
Una buena mezcla puede hacer que una canción suene más profesional y atractiva, mientras que una mezcla deficiente puede hacer que una canción sea difícil de escuchar o simplemente aburrida.
En este artículo, veremos algunos principios básicos de la mezcla de audio que te ayudarán a obtener mejores resultados.
Acomodar frecuencias en la mezcla de audio
Las frecuencias son la unidad básica de medida del sonido. Cada instrumento o voz produce un espectro de frecuencias único, que contribuye a su sonido característico.
Un buen equilibrio de frecuencias es esencial para una mezcla efectiva. Si algunas frecuencias están demasiado altas o bajas, pueden interferir con otras y hacer que la mezcla suene confusa o desagradable.
Para acomodar las frecuencias, puedes usar un ecualizador (EQ). Un EQ te permite recortar o aumentar las frecuencias específicas de una pista.
En general, es una buena idea empezar por recortar las frecuencias más bajas y altas de las pistas que no las necesitan. Esto ayudará a liberar espacio en la mezcla para otros instrumentos y voces.
Mantener los niveles dinámicos
Los niveles dinámicos se refieren a las diferencias de volumen entre los sonidos más fuertes y los más suaves.
Una mezcla con buenos niveles dinámicos será más interesante y envolvente que una mezcla con todos los sonidos al mismo nivel.
Para mantener los niveles dinámicos, puedes usar un compresor. Un compresor reduce el rango dinámico de una pista, haciendo que los sonidos más fuertes sean más suaves y los sonidos más suaves sean más fuertes.
Sin embargo, es importante usar el compresor con moderación, ya que un uso excesivo puede hacer que la mezcla suene artificial.
Mantener la energía en la mezcla de audio
Una buena mezcla debe mantener la energía del tema. Esto significa que la mezcla debe ser dinámica y emocionante, sin ser demasiado confusa o abrumadora.
Para mantener la energía del tema, puedes usar diferentes técnicas, como:
- Ajustar los niveles de las pistas para crear un sentido de movimiento y progresión.
- Usar efectos como reverberación y delays para crear profundidad y espacio.
- Agregar elementos sorpresa, como cambios de ritmo o melodía.
Mezclar los diferentes planos sonoros
Una mezcla efectiva debe tener una buena separación de los diferentes planos sonoros. Los planos sonoros son las diferentes capas de sonido que componen una canción.
Los principales planos sonoros son:
- Plano bajo: incluye los instrumentos de bajas frecuencias, como el bombo, el bajo y el sintetizador.
- Plano medio: incluye los instrumentos de frecuencias medias, como las guitarras, las voces y los teclados.
- Plano alto: incluye los instrumentos de altas frecuencias, como los platillos, los sintetizadores y los efectos.
Para mezclar los diferentes planos sonoros, puedes usar técnicas como:
- Usar diferentes niveles para crear una jerarquía de sonido.
- Usar diferentes panorámicas para crear una sensación de espacio.
- Usar diferentes efectos para crear contraste y profundidad.
Consiguiendo un producto terminado
Una vez que hayas terminado de mezclar tu canción, es importante escucharla en diferentes sistemas de sonido. Esto te ayudará a asegurarte de que la mezcla suene bien en cualquier dispositivo.
También puedes pedirle a otros que escuchen tu mezcla y te den su opinión. Esto puede ayudarte a identificar áreas que necesitan mejoras.
No sucederá de la noche a la mañana, pero con la práctica podrás dominar los principios básicos de la mezcla de audio y crear mezclas profesionales que suenen bien en cualquier sistema.