Otra vuelta más de tuerca.
Otro año que se nos va, y uno nuevo que llega.
Es un clásico el sentimiento pseudonostálgico de estos días, donde hacemos balance y miramos atrás.
No podemos evitarlo.
Si fin de año lo estableciésemos en otra fecha cualquiera, seguro que haríamos lo mismo, pero es ahora.
Y la verdad es que yo lo cierro contento.
Contento porque fui capaz de ir cumpliendo pequeños objetivos.
Y contento porque tengo objetivos nuevos para el nuevo año.
Que no todos se cumplirán, por supuesto. Pero que pelearé por que se cumplan, de eso estoy seguro.
Hoy toca un post para reflexionar, para coger aire y lanzarse a por 2016.
Es momento de centrarse y de diseñar el año.
Así que mis mejores deseos para 2016.
